Los separadores balísticos realizan la clasificación de los residuos en tres fracciones: ligera/plana, pesada/rodante y finos. Esta separación se produce por las distintas formas, densidades y tamaños de los materiales que se procesan. Estos equipos incorporan dos cigüeñales, dispuestos transversalmente a las cribas longitudinales que conforman la rampa de clasificación.
Estos cigüeñales permiten que mediante el movimiento balístico, los residuos alimentados avanzan hacia arriba o retroceden hacia abajo, en función de sus características físicas.